¿Quién es este que hasta los vientos y el mar le obedecen?
Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?. Este que el viento y el mar le obedecen, es la persona de nuestro Señor Jesucristo, Búsquele con fe, Él le librara de todos sus temores y angustias.
¿Quién es este Jesús Biblia?
Según el cristianismo, Jesús de Nazaret es el Cristo (el Mesías), Hijo de Dios hecho hombre (según el Evangelio de Mateo), concebido por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María.
¿Qué es una tempestad en la Biblia?
En la Biblia, no pocas veces los personajes enfrentan tormentas – y no estamos hablando solo en el sentido figurado. “Tempestad” y “temporal” derivan del latín “tempus”, que da la idea de tiempo en el sentido cronológico, y no solo en lo climático. …
¿Por qué Jesús demostró su poder en el mar?
Pues en ese mar Él demostró su poder, Jesús calma la tempestad para dar una lección de fe a sus discípulos. (Marcos 4:35-41)»Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.
¿Por qué Jesús pone a salvo a sus discípulos?
Solo en este prodigio Jesús pone a salvo a sus propios discípulos, no lo hace antes ni lo hará después. Este milagro se parece más a los narrados en el libro de los Hechos de los apóstoles –la liberación de Pedro (Hechos 12,6-19), la salvación de Pablo (Hechos 27,13-44)- y que representan la intervención divina para proteger la vida de la Iglesia.
¿Qué ocurre en el mar de Galilea?
El mar de Galilea está rodeado de montañas, y la temperatura del agua en la superficie suele elevarse. A veces, el aire frío procedente de las montañas baja con rapidez y entra en contacto con la cálida superficie del agua, lo que provoca fuertes y repentinas tormentas.
¿Cuál es la tranquilidad de Jesús en medio de la gran tempestad?
En las escrituras muestran la tranquilidad de Jesús en medio de la gran tempestad en contraste con el pánico de sus discípulos. Esto demuestra la confianza y seguridad que éste tenía en su Padre celestial. Por lo cual ni el fuerte sonido del viento ni el enorme tamaño de las olas y ni siquiera el balanceo constante del barco pudo despertarlo.