¿Qué hacer con los sellos en pesetas?
Puedes solicitar el canje en cualquiera de nuestras Oficinas Postales. Para ello, será preciso que el valor de los sellos aparezca indicado exclusivamente en pesetas y que la cantidad a canjear no supere los 600 euros.
¿Cómo se usan los sellos postales?
La estampilla, sello postal o timbre es un pequeño papel rectangular o cuadrado que se pega en los sobres y sirve como comprobante del pago previo de los envíos efectuados por correo.
¿Qué es valor facial correos?
Valor facial de estampillas, monedas y billetes es el que le asignó la casa de impresión, mientras que el valor nominal se refiere generalmente al valor verdadero de la moneda, estampilla o acción (como con las monedas de circulación).
¿Qué es el precio facial?
Valor facial o principal: monto nominal por el cual se emite el bono y que el emisor se compromete a pagar en la fecha de vencimiento de este.
¿Qué es el valor nominal de un sello de 2 reales?
No hay que confundirlo con el valor “nominal” o “facial” que es aquel que viene impreso en el sello. Por ejemplo, el sello de 2 reales de Isabel II (del año 1851) tendría un valor nominal ínfimo si convirtiéramos los reales a euros, frente a los 27.000€ de valor aproximado de mercado que marca el catálogo.
¿Cómo entender el valor de los sellos?
El valor de los sellos se puede entender de muchas maneras y lo trataremos con profundidad en futuros tutoriales. Si entendemos el valor como una cuestión puramente económica, el catálogo nos puede ayudar porque indica el precio aproximado de mercado al que podemos comprarlo a día de hoy.
¿Qué es el precio de un sello?
En los catálogos suele explicitarse el precio, normalmente llamado “ cotización ”, de cada sello emitido. No hay que confundirlo con el valor “nominal” o “facial” que es aquel que viene impreso en el sello.
¿Cuáles son los sellos más sobrevalorados?
De todo esto podemos concluir que cuanto más básicos son los sellos más sobrevalorados están y quizás el catálogo hay que tomarlo como referencia para sellos de un cierto valor, por ejemplo, cuando superan cifras de tres ceros, hablando de euros, por supuesto; como ocurrirá en una buena parte de los sellos españoles del siglo XIX.