¿Qué es un milagro?
Un milagro es el concepto dado a un evento muy inusual que se cree que es sobrenatural y se atribuye a la intervención divina. 1.
¿Quién fue el Hacedor de los Milagros?
Desde el siglo VI a. C. se creó una red de templos en su nombre en los que los fieles hacían votos para pedir o agradecer curaciones; el ejemplo más conocido es el santuario de Epidauro . Otro famoso hacedor de milagros, ya en época más tardía, fue Apolonio de Tiana (siglo I d. C.), al que también se atribuían resurrecciones de muertos.
¿Qué significa Milagro en la lengua latina?
Esta forma latina se mantiene en francés y en inglés como miracle, y en italiano como miracolo, entre otras lenguas neolatinas. Es así como, desde el punto de vista etimológico, la palabra milagro no dice relación necesariamente con una cierta intervención divina, sino que se liga al asombro ante lo inefable, tal como lo plantearan los latinos.
Si un milagro es una expresión de amor, entonces todo aquello que despierte esa emoción en ti tiene la posibilidad de efectuar un cambio positivo en tu vida, que transforme tu percepción de las cosas. La existencia de los milagros depende de la definición que cada persona tenga de este fenómeno, y sobre todo, de la fe en la existencia del mundo
¿Por qué el Milagro aún no ha llegado?
Si incluso con fe y perseverancia el milagro aún no ha llegado, es porque estás pidiéndolo de manera equivocada. El milagro no viene a partir de una fórmula o de un orden, de un rito. El “cómo” es una manera de pedir, y el pedir es saber que el milagro depende solamente de Él, de cualquier manera.
¿Por qué existen verdaderos milagros?
En toda la historia, existen verdaderos milagros. Los milagros son intervenciones de Dios. Sobre ellos podemos decir que, por amor, Él hace una excepción para aquello que supera nuestra naturaleza y comprensión. Milagro es una prueba de Dios, una práctica exclusiva de su amor omnipotente, que forma parte de un plan mayor.
¿Qué ocurre con los milagros más sutiles?
Los milagros más sutiles se perciben así por ocurrir de manera casual y casi imperceptible. El comprobar que se manifestó una petición que se hizo tres semanas atrás, nos hace pensar que podría ser un milagro o una casualidad. A veces ni siquiera se recuerda que se pidió un milagro y no se reconoce que alguna petición se ha vuelto realidad.