¿Qué es la escalada en roca?
La escalada en roca se práctica en esta zona en una serie de riscos diseminados a lo largo de este enclave. Esta zona cuenta con 50 vías de escalada de corte deportivo, las cuales son una gran opción, para escapar del calor en los meses más calurosos del año, debido a la cota en la que se encuentran (1900 msm).
¿Cuál es la mejor vía de escalada para escapar del calor?
Las casi 70 vías de escalada que lo componen ofrecen tanto escalada deportiva como clásica. Esta zona, al igual que el Alto del Telégrafo, es una buena opción para escapar del calor en los meses más calurosos del año.
¿Qué son las vías de escalada clásicas?
En La Maliciosa las vías tienen un carácter tradicional, son vías de escalada clásica, algunas de marcada verticalidad y longitud interrumpidas por repisas. Cuenta con casi 60 vías de escalada. El Peñotillo se encuentra en las cercanías de La Maliciosa. Alberga más de una decena de vías de escalada clásica.
La escalada en roca tal y como la conocemos hoy en día, supone inexorablemente una evolución del montañismo, que tiene su origen en las primeras ascensiones en el macizo de los Alpes, considerándose como primera actividad “montañista” la ascensión al Mont Blanc en el año 1786, por el Dr. Gabriel Paccard y su guía Jacques Balmat.
¿Qué son las graduaciones de escalada en roca?
Conocer las graduaciones de escalada en roca, qué significan, y como se comparan las diferentes escalas -francesa, yosemite, uiaa, artificial, búlder- es fundamental para cualquier escalador. La necesidad de unificar criterios a la hora de valorar la dificultad en la montaña obligó a crear unos criterios de graduación.
¿Quiénes son los máximos exponentes de la escalada en roca?
Nombres como Alfred Mummery y Burgener son los máximos exponentes de la escalada en roca a finales del siglo XIX, abriendo grandes rutas cotadas como IV grado e importantes primeras en el entorno de Chamonix como son el Dru, Grepon, y Grands Charmoz.
¿Qué es la escalada libre?
Prueba de ello son las ascensiones del Grand Dru, en 1878, y Petit Dru en 1879, que se muestran como objetivos verticales e inaccesibles. Al tiempo que se registra la primera ascensión de la que conocemos hoy como escalada libre, a cargo de Oskar Schuster en el Elbsandstein alemán.