¿Por qué nos importa la opinión de los demás?
Considerar lo que los demás piensan acerca de lo que vivimos, o incluso acerca de nosotros mismos, nos permite comprender mejor nuestro entorno y adaptarnos mejor a él. La aportación de los demás, puede ser también una valiosa información, que nos ayude a tomar una decisión en un momento determinado.
¿Qué pasa cuando los demás tienen una opinión diferente de la nuestra?
Nos afecta la opinión de los demás porque nos hace replantearnos nuestros esquemas sobre cómo somos. Nos gusta que el mundo esté controlado, y cuando alguien se refiere a nosotros de una manera que no hemos contemplado, nos saca de nuestro control.
¿Cómo nos condiciona la opinión de los demás?
La gente que es sensible a la opinión de los demás suele encontrarse más cómoda en relaciones de a dos o en grupos pequeños, esto es así sencillamente porque a menos gente más fácil me resulta predecir o intentar adivinar cuáles son sus expectativas para complacerles.
¿Cómo ser fuerte mentalmente?
Qué es ser fuerte emocionalmente
- Sé consciente de tu mundo interno:
- Acepta cualquier emoción y sensación que surja dentro de ti.
- Conoce tus heridas.
- Practica el autocuidado.
- Entiende la vida como un cambio constante.
- Observa las cosas que te pasan como retos a conseguir.
- Elige bien tus pensamientos y tu forma de vivir.
¿Cómo te afecta la opinión de los demás?
Te dejo un ejemplo “hoy, en la reunión de equipo, he aportado una idea brillante”, esto dice de mí que soy creativo, valiente y que no tengo miedo a hablar en público. Nos afecta la opinión de los demás porque nos hace replantearnos nuestros esquemas sobre cómo somos.
¿Qué es ayuda a los demás?
Ayudar a los demás es una cualidad loable. Es en el dar y recibir, en el compartir y acompañar es donde se forjan los vínculos humanos. Sin embargo, cuando te desvives por complacer a los demás y no se trata de un acto recíproco, es perjudicial.
¿Es sano estar pendiente de las necesidades de los demás?
No es sano estar siempre pendiente de las necesidades de los demás, siempre disponible para satisfacerlas. Cuando esto ocurre es señal de que no se está actuando desde el amor o la generosidad. Se está actuando desde el deseo de ser aprobado.