¿Cuáles son los organos que intervienen en la masticación?
En el ser humano, la masticación corre a cargo de los dientes o, más concretamente, de los molares, en colaboración con la lengua.
¿Cuáles son los organos que intervienen en el proceso de la digestion?
Los órganos huecos que componen el tracto gastrointestinal son la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano. El hígado, el páncreas y la vesícula biliar son los órganos sólidos del aparato digestivo. El intestino delgado tiene tres partes. La primera parte se llama duodeno.
¿Qué importancia tienen los dientes?
Los dientes son de gran importancia, pues gracias a ellos, podemos alimentarnos, y por lo tanto son de gran importancia para el proceso de la digestión, las personas a las que les faltan uno o mas dientes no pueden masticar adecuadamente la comida traduciéndose en problemas digestivos.
¿Qué es la masticación?
La masticación es una parte de la función digestiva de los mamíferos, incluido el ser humano. Es el proceso mediante el cual se tritura la comida previamente ingerida al comienzo de la digestión aumentando así la cantidad de energía y nutrientes obtenidos del alimento en comparación de otros vertebrados que no mastican.
¿Quién es el responsable de la masticación?
En el ser humano, la masticación corre a cargo de los dientes o, más concretamente, de los molares, en colaboración con la lengua. El producto de la de esta acción es el bolo alimenticio. La pieza dental tiene unas cúspides que facilitan la asimilación de nutrientes y tienen que desplazarse para favorecer la superficie de masticación.
¿Cómo trabajan las manos durante la masticación?
Durante la masticación, los labios, la mandíbula, las mejillas y la lengua trabajan con una notable coordinación de movimientos. Los dientes incisivos penetran en el alimento y lo sostienen, mientras que las manos lo halan, para desgarrarlo. La misión de triturarlos queda reservada a los molares.
¿Cómo funciona la saliva en la boca?
La saliva sirve, principalmente, para mojar el alimento y hacerlo pastoso y más fácil de tragar; mantiene además la boca limpia, impidiendo que partículas de comida se queden entre los dientes y demás cavidades. La saliva juega también un papel esencial en la emisión de la voz.