¿Cuándo si tomo antibióticos me salen hongos?
Uno de los microorganismos que más aprovecha la circunstancia tras un tratamiento con antibióticos es el hongo cándida. Como el fármaco altera la flora vaginal y la deja «desprotegida» (mata también los lactobacilos que mantienen el pH vaginal), estos invaden la zona provocando candidiasis.
¿Cómo evitar los hongos al tomar antibióticos?
Tomar probióticos durante y después de un tratamiento con antibióticos nos ayudará a prevenir la aparición de infecciones como la Candidiasis vaginal, cuadros diarreicos e incluso otitis, conjuntivitis, faringitis y gingivitis, asociadas a este periodo de debilidad provocado por el necesario tratamiento.
¿Cómo prevenir infeccion vaginal por antibiotico?
Tomar probióticos de forma simultánea y después de del tratamiento antibiótico puede ayudar a prevenir o evitar la aparición de infecciones vaginales o cuadros diarreicos asociados a la alteración del equilibrio de la microbiota causado por el antibiótico.
¿Cómo pueden administrarse los antibióticos?
Los antibióticos pueden administrarse tanto por vía oral (mediante comprimidos) como por vía intravenosa (por inyección), e incluso de forma tópica (administración de pomadas sobre la piel). La vía elegida dependerá de la naturaleza de la enfermedad que quiere tratarse.
¿Por qué elegir un antibiótico?
Pese a que, como veremos, hay enfermedades que pueden ser tratadas por diferentes antibióticos, el médico elegirá uno u otro después de valorar la gravedad de la infección, el estado de salud de la persona, los posibles efectos adversos que vaya a tener el antibiótico y la efectividad de este.
¿Es necesaria la venta de antibióticos?
El control de la venta de antibióticos es necesaria debido al su uso irracional e inadecuado. Sólo un médico puede recetarlos después de una consulta y una revisión, para determinar si es necesario, o si se puede existir otra solución.
¿Cuáles son los síntomas de un antibiótico?
La ingesta de un antibiótico puede provocarnos distintos síntomas, los cuales son perfectamente normales y, excepto casos concretos en los que se es alérgico a ellos, no tienen por qué ser graves. El dolor de cabeza, la diarrea, erupciones cutáneas, náuseas, mareos, malestar general, etc, son algunos de los efectos secundarios más comunes.