Como reconocer un helado artesanal?

¿Cómo reconocer un helado artesanal?

Un buen helado artesano no debe estar demasiado frío. Esto implica que, al degustarlo, ha de proporcionar una sensación agradable, con una textura lisa y sin presencia de cristales de hielo, toda vez que estos últimos suelen obedecer a que el helado fue recongelado o mal elaborado.

¿Por qué el helado no tiene olor?

Los compuestos aromáticos en el helado se encuentran totalmente ligados a la parte acuosa y a la parte grasa, en función de su afinidad. Y por lo tanto va a resultar muy difícil detectar olores por mucho que nos acerquemos el producto a nuestra nariz.

¿Qué características tiene un helado?

El helado es una mezcla de distintos ingredientes (agua, leche y derivados azúcares, grasas vegetales, frutas y frutos secos, huevos y derivados, etc.) que suponen un aporte de proteínas, azúcares, grasas de origen lácteo o vegetal, vitaminas y sales minerales.

¿Cómo nació el helado moderno?

Disponían de hielo y nieve que traían de Sierra Nevada. Lo que sí nació probablemente en Italia hacia el siglo XIV fue el helado moderno, idea del toscano Bernardo Buontalenti, creador del helado de frutas o tutti frutti.

¿Cuál es el origen del helado?

Para conocer el origen del helado, debemos remontarnos seis mil años atrás en la historia. Los chinos ya utilizaban el hielo para conservar los alimentos en esa época. Pero también para hacer polos de leche y azúcar que vendían por las calles de Pekín, donde era una golosina popular.

¿Cuáles fueron las últimas aportaciones al helado?

Las dos últimas aportaciones al mundo del helado, el chocolate y el cucurucho, fueron americanas. La idea de poner una bola de helado encima de un cono comestible se le ocurrió a una joven vendedora ambulante de helados en Nueva Orleans, Lousiana a principios del XX.

¿Qué es una golosina helada?

Era una especie de granizada de jugo de fruta casi helada. En cambio, los persas lo servían en la mesa de los potentados. Y, de ellos aprendieron los griegos, que se aficionaron a esta golosina cuando Alejandro Magno la probó por primera vez, en el siglo IV a.C.