Que come el clerigo y que deja para Lazaro?

¿Qué come el clérigo y que deja para Lázaro?

Mientras el clérigo come carne en abundancia, a Lázaro le daba los huesos roídos, como si fuera un perro. La ración diaria del mozuelo se limita- ba a unas migajas de pan y a la cuarta parte de una cebolla.

¿Cuál es la situación de Lázaro cuando relata su vida?

Lázaro cuenta su vida cuando es un hombre casado con la criada del arcipreste de San Salvador, su protector, y hace de pregonero en Toledo. Al igual que el retórico título, comienza el prólogo con una parodia del estilo elevado característico de los relatos idealistas.

¿Qué cosa tenía que suceder para que Lázaro pudiera comer?

Para poder comer, Lázaro tiene que mendigar y dar parte de lo que recibe a su amo. Cuando se prohíben los mendigos en la ciudad, recibe ayuda de sus vecinas, hasta que el escudero consigue un real para comprar comida.

¿Qué favor le hizo un calderero a Lázaro?

¿Cómo consigue Lázaro las llave? Un día llegó a casa un calderero y le preguntó a Lázaro que si había algo que arreglar. Entonces aquí vio su oportunidad y le dijo que por favor tenía que abrirle el arca, pues había perdido la llave y su amo le iba a azotar.

¿Que le aconteció a Lázaro con el ciego?

Después de esto Lázaro se quería vengar del ciego, y una noche lluviosa le vino una oportunidad; tenían que cruzar un arroyo, y Lázaro puso al ciego enfrente de una columna y le dijo que saltara con todas sus fuerzas. El ciego se dio con la columna y cayo, mientras, Lázaro se iba despreocupado.

¿Qué es el caso al que se refiere Lázaro en el prologo?

En el prólogo no se nos explica quién es, mas en el tratado VII, Lázaro nos explica que es un superior del arcipreste de San Salvador, a quién le habrían llegado rumores sobre las relaciones entre el arcipreste y su criada, quien, a su vez, es la mujer de Lázaro.

¿Qué le dice el amo a Lázaro sobre la casa en la que viven?

El propio Lázaro dice que la casa donde habita con el escudero era de «entrada obscura y lóbrega de tal manera que paresce que ponía temor a los que en ella entraban, aunque dentro della estaba un patio pequeño y razonables cámaras».